Una raíz artificial que funciona como la raíz del diente natural que se ha perdido.

Cuando faltan un diente y su raíz, la solución a largo plazo para que se mantenga la función natural es un implante dental y una corona cuya apariencia coincida con la del diente original.

Gracias a los implantes dentales podemos conservar el hueso maxilar y mantenerlo en plena forma, evitando el deterioro que se produce cuando se pierde uno o más dientes debido al cese en las fuerzas masticatorias.

Los implantes dentales pueden contribuir a evitar el deterioro óseo gradual puesto que reproducen la acción de la raíz original, transmitiendo fuerzas masticatorias al hueso maxilar de una forma natural. Algo que no sucede con métodos convencionales como puentes o prótesis parciales.

Al contrario de lo que se podría pensar, las prótesis convencionales no siempre son una solución económica.

El diseño inicial para el tratamiento con implantes dentales varía en función del número de implantes necesarios y si se necesita aumento de hueso. Otros factores incluyen la propia cirugía, el trabajo del laboratorio, la rehabilitación protética, la complejidad del caso, etc.

Solo puede elaborarse un presupuesto una vez que se han abordado todos estos aspectos y, en algunas situaciones, los implantes dentales pueden ser más rentables a largo plazo.

El tratamiento con implantes no es un enfoque experimental, sino más bien una técnica dental avanzada y ampliamente acreditada que ha sido probada científicamente y utilizada durante décadas por odontólogos y cirujanos de todo el mundo.

Dependiendo del estado de salud de cada paciente, los factores potenciales de riesgo pueden variar. Una higiene bucal deficiente o una cicatrización limitada de la herida a causa de enfermedades preexistentes pueden reducir las probabilidades de que el implante se conserve.

Puesto que todos los procedimientos quirúrgicos implican riesgos potenciales, su odontólogo evaluará si los implantes dentales son la solución para usted.

Los implantes dentales se insertan generalmente con anestesia local para reducir las molestias Si tiene cualquier duda sobre el estado de la zona del implante después de la intervención, asegúrese de consultárselo al dentista.

De acuerdo con una encuesta efectuada a más de 10 000 pacientes de Alemania (encuesta Riegl 6), el 66 % de los encuestados se mostraron «muy satisfechos» con sus restauraciones implantosoportadas y el 31 % declaró estar «satisfechos». De los pacientes con restauraciones convencionales sin implantes, solo el 42 % declaraba estar «muy satisfechos» y un 44 % declaró que estaban satisfechos en general.

Los implantes pueden insertarse en cuanto la mandíbula haya dejado de crecer. Por ello, en los pacientes jóvenes, los implantes dentales solo se pueden colocar una vez que los huesos maxilares estén totalmente desarrollados. En el otro extremo del espectro no hay ningún límite de edad, siempre y cuando, por supuesto, el paciente no presente factores de riesgo médicos considerables.

La prótesis fija se utiliza en los casos en que únicamente se han perdido algunos dientes. La característica más importante es el alto grado de estética y funcionalidad que proporcionan, además de su comodidad ya que no pueden ser removidas por estar fuertemente cementadas.

Las prótesis removibles se utilizan en los casos en que no se pueden realizar tratamientos de implantes dentales ni de prótesis fijas debido al número de piezas dentales ausentes o a la cantidad de hueso disponible.

Existen diversas alternativas de acuerdo a la cantidad de tejido cariado perdido del diente.

Entre ellas se encuentran las incrustaciones, los pernos y las coronas.

El tiempo aproximado de duración en correcto funcionamiento de una prótesis removible es de 5 a 10 años, dependiendo del uso, la asistencia a controles periódicos, la cantidad de dientes a reponer, etc.

Muchas cosas pueden afectar el color blanco de sus dientes: diferentes tipos de alimentación, algunas bebidas, el tabaco, medicamentos y algunas enfermedades pueden producir decoloraciones antiestéticas.

El paso de la edad también puede oscurecer sus dientes.

Una vez examinado por su odontólogo, se le colocará un gel de blanqueamiento que liberará oxígeno y blanqueará las decoloraciones de sus dientes de una forma segura y sencilla.

La duración dependerá de su forma de vida: el efecto del blanqueamiento normalmente dura un año. El tipo de alimentación, la bebida que ingiera, hábitos de tabaco, edad e higiene bucal, influyen en la duración del efecto blanqueador y en la reaparición nuevamente de las decoloraciones.

Una buena higiene bucal es la base para mantener durante más tiempo los dientes blancos. Las limpiezas profesionales por parte de su odontólogo, también ayudaran al éxito del tratamiento.

Si sus dientes muestran signos de nuevas decoloraciones, el tratamiento de blanqueamiento puede repetirse.

Normalmente en estos casos, son necesarias menos aplicaciones de gel que la primera vez.

Un aspecto importante y tal vez poco conocido es que las caries se transmiten de padres a hijos desde de los seis meses de vida, en actos cotidianos como probar la papilla, al “limpiar” el chupete en la boca del adulto o al besar a los niños en la boca.

En este sentido, la prevención comienza en el cuidado de la salud bucal de toda la familia.

En la actualidad se recomienda iniciar el control odontológico durante el primer año de vida del niño y luego cada seis meses o cada 3 si tiene riesgo o actividad de caries.

La topicación con flúor en forma periódica y los sellados actúan como una capa protectora evitando la acción de las bacterias que producen la caries de primera infancia (CPI).

Ambas prácticas deben estar acompañadas de una correcta higiene oral con el cepillo adecuado a la edad del niño evitando el consumo excesivo de golosinas y azúcar agregada en bebidas y otros alimentos.

El endodoncista remueve el tejido inflamado o infectado del interior del diente o muela, limpia y desinfecta dentro de la o las raíces y rellena los conductos con materiales biocompatibles. Luego, el paciente regresa a su odontólogo de cabecera para una restauración definitiva (perno y corona).

Entre los síntomas más frecuentes, el paciente puede presentar sensibilidad al frío o calor, dolor al masticar, cambio de color del diente, edema (hinchazón) de la encía o en el rostro. Los casos se presentan generalmente por caries profundas o golpes en los dientes.

Es común creer que la endodoncia es un tratamiento doloroso. Sin embargo, en nuestra clínica el procedimiento se lleva a cabo con modernas técnicas y anestésicos de comprobada efectividad que evitan cualquier molestia y brindan confort y seguridad a nuestros pacientes.

El tratamiento de periodoncia resuelve las enfermedades de las encías y de los tejidos que rodean a los dientes y los sujetan en los maxilares. Estas enfermedades se dividen en gingivitis y periodontitis.

La importancia de realizar un tratamiento periodontal completo y en profundidad radica en la necesidad de mantener el aparato de inserción del diente en condiciones de salud para evitar los problemas derivados de esta enfermedad, tales como movilidad de las piezas dentales, supuración e incluso la perdida espontanea de los dientes.

La principal consecuencia es que si la enfermedad no es diagnosticada y tratada avanza de forma crónica y silenciosa hasta estadios finales en los que se genera un daño irreversible. Además la enfermedad periodontal es producida por bacterias altamente patógenas que pueden diseminarse y producir infecciones en otros órganos.

La estomatología es la rama de la odontología que se ocupa del estudio y el cuidado de los tejidos blandos, que incluyen labios, lengua, carrillos, paladar y piso de boca. Estos sitios pueden padecer diversos tipos de lesiones, cuyo diagnóstico y tratamiento oportuno es fundamental para mantener una salud bucal óptima.

Las lesiones que pueden aparecer son muy diversas, y van desde una mancha en algún sitio hasta una ampolla o tumoración que sea francamente visible.

En un gran número de casos, el tratamiento de elección suele ser la biopsia, es decir la remoción de una porción del tejido afectado y su posterior análisis anatomopatológico para confirmar el diagnóstico.

Es fundamental el diagnóstico precoz de las diferentes lesiones en la cavidad bucal puesto que algunas de ellas pueden ser manifestaciones previas de otras enfermedades o cuadros clínicos, tales como Diabetes, Celiaquía, Virus del Herpes, HPV y en el peor de los casos algunos tipos de cáncer.